Históricamente Carlet ha mantenido una relación de afecto con su estación ferroviaria, fuente de desarrollo y progreso económico.

En los últimos años, la ciudad se ha extendido de manera importantísima al otro lado de las vías, convirtiendo al conjunto formado por la estación y el ayuntamiento en auténtico polo y centro neurálgico. Sin embargo, el entorno inmediato de la estación se encontraba en una situación de abandono y falto de uso.

En este marco se propone una estrategia de reordenación del espacio urbano, rehabilitando la estación antigua y reconvirtiendo su uso como espacio sociocultural, al tiempo que se recupera el espacio anejo a las vías como espacio público de tránsito de los nuevos barrios hacia el tejido más antiguo. Se proyecta una gran marquesina que cubrirá prácticamente la totalidad de los andenes, y que acogerá un pequeño edificio que albergará los usos de la estación propiamente dicha, liberando de esta función al edificio existente, que tras una rehabilitación podrá albergar usos socio-culturales.

La rehabilitación de la estación antigua consistirá, entre otras actuaciones, en la recuperación de las cerámicas originales, en cuanto a dibujos y colores, tanto en los mosaicos de la fachada como el juego de tejas vidriadas del tejado y recuperación de la cota original de asentamiento del edificio, con el objeto de garantizar la permeabilidad del espacio público entre el exterior y el interior. La intervención se completará con la eliminación del forjado de planta primera, para generar una sala de uso polivalente a doble altura.

En el resto de la parcela se acometerá la urbanización, mediante el ajardinamiento y la dotación de un pequeño programa deportivo de recreo al aire libre, así como una bolsa de aparcamiento vinculada al vial.

El entorno que se ha descrito anteriormente se caracteriza por la convivencia del espíritu urbano y rural dentro del tejido consolidado de la ciudad de Carlet, de marcada vocación innovadora, comprometido con el medioambiente y el confort de los ciudadanos.