-
- Emplazamiento:
- Madrid
- Autores del proyecto:
José María Lozano Portillo
Ana Lozano Portillo
Gloria Espuig Granell- Colaboradores:
Javier Cavero Hueso
Aída Ruíz Taroncher
Alberto Suárez Ulloa
Inmaculada Tudela Talens
Pablo Vázquez Ortiz- Cliente:
Ayuntamiento de Madrid. (Concurso)
- Fecha:
- 2007
-
-
-
-
-
Si hemos elegido INFINITO como lema es porque la búsqueda de la continuidad, de una continuidad permanente y tan estable temporal como espacialmente, la búsqueda del infinito es tal vez el último reducto de las ganas de vivir. Así que queremos identificar la vida con la forma y el contenido de esta propuesta de proyecto que tiene más de estrategia de intervención que de intervención en sí misma. Si la siempre deseable importancia de la relación entre interior y exterior es uno de los objetivos prioritarios de la convocatoria de este concurso, la respuesta que se está ofertando procura tratar toda la escena urbana en la que se está actuando precisamente como un todo. De manera que espacio exterior y espacio interior conforman una unidad formal en la que se complementan y se necesitan mutuamente.
El adecuado llamamiento a la sostenibilidad es oído tanto en lo que respecta a la definición constructiva del edificio como en lo que se refiere a la manera de concebir el ajardinamiento de acuerdo, no sólo con las bases del concurso, sino también con los criterios de la municipalidad de Madrid para el diseño de parques y jardines; y en cualquier caso con una disposición proyectual que sin dejar de atender al ahorro energético como aspecto específico, prefiere englobarlo en la adecuada sensibilidad medioambiental, que junto a los aspectos sociales y económicos completa el discurso inevitable del desarrollo sostenible.
También se pide una reflexión arquitectónica en torno al concepto de "espacio activo" y se está contestando con una solución en la que resulta difícil separar "fuera" y "dentro", mientras su porosidad epidérmica posibilita los tráficos rodados discriminados por usos que se pide distinguir. El acceso peatonal debe ser el modo natural de acceso a este complejo edificio como el final de sendas y senderos prestados desde el paisajismo, del parque y del jardín.
Y, claro está, de la confluencia de ambas cuestiones, de los requerimientos funcionales y de las implicaciones formales y dimensionales, se acaba deduciendo una concepción arquitectónica que, al materializarse, se inmiscuye con tal frescura en el conjunto urbano al que pertenece que pareciere crecido de manera espontánea e imprescindible en la lectura definitiva de la ciudad.