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- Emplazamiento:
- Valencia
- Autores del proyecto:
José María Lozano Velasco
Ana Lozano Portillo
Guillermo Stuyck Portillo
Juan Stuyck PonsInteriorismo: Nacho Moscardó
- Colaboradores:
Gloria Espuig Granell
Nouredine Lazizi
Inmaculada Tudela Talens
Esther Serral Francés
Pablo Vázquez Ortiz
Aída Ruíz Taroncher
Javier Cavero Hueso- Cliente:
Casino Montepicayo SA
R. S. e hijos SL
Gesfesa-Valencia SL- Fecha:
- 2010
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El encargo del Casino de Valencia nos sorprendió por su curioso contenido funcional –tal vez mitificado en exceso- y nos pareció (¿por qué no decirlo?) un reto para indagar en cuestiones relacionadas con el gusto asociado a la idea de luxury, y a una buena dosis de fantasía que termina haciendo de estos espacios algo instantáneo, como de consumo efímero y un poco irreal. Frente a la memoria popular de la iconografía –tan cinematográfica como cierta- de los tópicos ambientes de Las Vegas, reproduciendo fotogramas descontextualizados vecinos de la imagen del cartón piedra, optamos por una suerte de espacio único en su concepción y diverso en su resultado final.
Su extremada complejidad funcional, para cumplir a la vez con las exigencias administrativas de intimidad, accesibilidad, evacuación y toda una serie de tediosos condicionantes normativos, y las más propias de la actividad, como las de seguridad, flexibilidad y confort, ha tenido un no menos complicado soporte en un conjunto de instalaciones domotizadas muy diversas (clima, sonido, control…) diseñadas y ejecutadas con criterios de eficiencia energética.
La singularidad de la intervención y las particularidades de su entorno (autovía de tráfico rodado frecuente e intenso, Palacio de Congresos, edificaciones en altura y usos hoteleros) con el cercano y pequeño núcleo rural de Beniferri, nos han permitido ensayar con materiales novedosos. Algunos extraídos del aparataje aeronáutico, como el poliéster armado con fibra de vidrio para la marquesina de acceso, utilizado habitualmente para la construcción de barcos, aviones o palas de aerogenerador; como la lámina de pvc con polvo de cobre proyectado, usado en el acabado ondulante de la cubierta, en continuidad con los paneles de chapa de cobre de las fachadas norte y sur (“la manta que cubre la caja”) o la versión más actualizada y reciclable del solid surface en barras y mostradores.
De unas y otras ha surgido algo parecido a un vocabulario elemental que podría caracterizar estos especialísimos lugares de ocio que, superponiéndose a la concepción espacial, garantice la singularidad abandonando estrategias de índole puramente comercial.
El Casino de Valencia ha resultado, en suma, un estimulante ejercicio de arquitectura.